El Catastro de Ensenada fue el paso previo a una reforma fiscal, que no se llevó a efecto, cuyo propósito era simplificar las vigentes y complicadas rentas provinciales y sustituirlas por una Única Contribución “a proporción de lo que cada uno tiene, con equidad y justicia”. Para conocer la renta real de las personas, lugares, provincias del Reino, era necesario hacer previamente una “averiguación” universal de todos los bienes de los vasallos, sin excepciones, también de los eclesiásticos y de los nobles. El Catastro, se realizó a partir de las declaraciones individuales tanto a unidades familiares, como institucionales. En esto consiste el Catastro: declaraciones de bienes de los titulares, comprobación de la veracidad por la Administración con ayuda de los peritos y técnicos, constitución de los libros donde se registraba todo, cálculo del valor fiscal de esos bienes, establecimiento de los estadillos de resumen de cada pueblo (separando los legos y eclesiásticos) y a su vez de cada provincia. Todo ello para calcular la renta local, la provincial y la del Reino.
Metodología
Los archivos del catastro del Marqués de la Ensenada para los diferentes municipios de la provincia de Granada se encuentran en el Archivo Histórico Provincial. Se procedió a adquirir los documentos digitalizados del catastro de los términos de Cañar y de Barjas del año 1752 que actualmente se agrupan en el municipio único de Cañar.
Se trata de un total de 1.296 hojas en las que se responden a las preguntas generales del catastro y se reflejan para cada uno de los propietarios de estos términos, cuantas fincas tenían, que se cultivaba o que vegetación había en ellas, la superficie y la localización aproximada. La localización de cada finca se realiza nombrando el pago en el que se encuentra y las parcelas colindantes. Alguna de la información rescatada no es posible darle una componente espacial, como la cantidad de ganado y número de molinos, que se muestra en forma de gráfica.
Metodología
Posteriormente se llevó a cabo un trabajo exhaustivo para rescatar la información que pudiera ser cartografiable. Se comenzó realizando una base de datos en la que poder volcar los datos alfanuméricos de cada uno de los propietarios y de sus fincas, agrupados por los diferentes pagos.
Posteriormente se procedió a identificar la ubicación de los pagos en los que se sitúan las fincas para poder dotar a la información extraída del catastro de una componente espacial.
De esta manera, se presentaron diversas casuísticas que se enumeran a continuación:
- Existen hoy en día algunos pagos que coinciden con los existentes en 1752.
- Algunos de los pagos de 1752 se encuentran incluidos en algunos de los actuales.
- Otros pagos del siglo XVIII han desaparecido de la cartografía actual.
Para ordenar los pagos antiguos y relacionarlos con los nuevos se procedió mediante el siguiente protocolo:
- Digitalización de los pagos actuales según la información catastral
- Consulta a expertos para analizar la información antigua y enlazarla con la actual disponible (técnicos y presidente de la Comunidad de Regantes de la zona de estudio)
- Para aquellas dudas que quedaron sin resolver en los pasos anteriores, se realizó un taller de cartografía participativa a grupo de agricultores, ganaderos y leñadores ancianos de la zona de estudio.
El resultado de este trabajo se puede consultar en el siguiente mapa. Haga click en los diferentes pagos para consultar la información asociada: