Objetivos
El objetivo principal es evaluar la eficacia de un plan de restauración forestal tras un incendio en donde se calcinaron más de 3.000 ha en el año 2005 y que afectó principalmente a pinares de repoblación.
Los objetivos concretos son:
- Evaluar los efectos de diferentes técnicas de restauración de la masa forestal.
- Analizar la supervivencia y crecimiento diferencial de un amplio número de especies arbóreas y arbustivas utilizadas en la restauración.
- Analizar la influencia del matorral pionero y la altitud sobre los plantones en los núcleos de dispersión, teniendo en cuenta la supervivencia, el crecimiento y la herbivoría.
- Analizar el efecto de la altitud y la exposición sobre la supervivencia y crecimiento de los plantones en las repoblaciones tradicionales.
Método y esfuerzo
El planteamiento experimental consiste en el seguimiento de la restauración realizada a través de núcleos de dispersión y repoblaciones tradicionales.
Núcleos de dispersión: presentan unas dimensiones de 30×30 m y de 10×10 m. En ellos se ha introducido Crataegus monogyna, Rosa canina, Berberis hispanica, Prunus ramburii y Quercus ilex subsp. ballota, con una separación de 25, 50 y 100 m entre ellos. Cada uno de estos núcleos está rodeado de pinos (Pinus sylvestris en las cotas más altas y P. pinaster en las más bajas). El control de las seis especies introducidas se lleva a cabo sobre dos escenarios en cotas bajas (con y sin presencia de Ulex spp.) y otros dos en cotas altas (con y sin Adenocarpus sp.). En total se han marcado entre 55-110 individuos de cada una de las 6 especies y entre 550-560 individuos por cada uno de los cuatro escenarios. Además de la presencia o ausencia de matorral pionero (Adenocarpus sp. y Ulex spp.), también se ha evaluado la influencia de otros factores como la altitud y el tamaño del núcleo.
Repoblaciones tradicionales: las mismas especies se agrupan en bosquetes de dimensiones variables. Se evalúa la evolución de la masa en dos áreas: una en la cara sur a 1.540 m y otra en la cara oeste a 2.140 m. En cada zona se marcan individualmente para su seguimiento 30 individuos de cada una de las 6 especies escogidas.
Periodicidad
El seguimiento individualizado se lleva a cabo dos veces al año, en primavera y en otoño, para evaluar la mortandad invernal y estival respectivamente.
Bibliografía
Beschta, R. L., Rhodes, J. J., Kauffman, J. B., Griesswell, R. E., Minshall, G. W., Karr, J. R., Perry, D. A., Hauer, E. R. y Frissell, C. A. 2004. Postfire management on forested public lands of the western United States. Conserv. Biol., 18: 957-967.
Marañón-Jiménez, S., Castro, J., Kowalski, A. S., Serrano-Ortiz, P., Reverter, B. R., Sánchez-Cañete, E. P. y Zamora, R. 2011. Post-fire soil respiration in relation to burnt wood management in a Mediterranean mountain ecosystem. Forest Ecol. Manag., 261: 1436-1447.
Castro, J., Allen, C. D., Molina-Morales, M., Marañón-Jiménez, S., Sánchez-Miranda, A. y Zamora, R. 2011. Salvage logging versus the use of burnt wood as a nurse object to promote post-fire tree seedling establishment. Restor. Ecol., 19(4): 537-544.