Desde el Laboratorio de ecología del CEAMA, en el contexto del Observatorio del cambio global de Sierra Nevada llevamos ya algunos años tratando de poner en práctica la máxima del título de esta entrada: "Conocer el pasado, para entender el presente y simular el futuro". De una forma menos elegante podría decirse que el pasado pesa, y mucho, tanto en la estructura como en el funcionamiento de los ecosistemas.
En nuestro ámbito (montañas mediterráneas), el pasado es sinónimo de uso intensivo del territorio: ganadería, cortas, repoblaciones, cortas de nuevo, incendios … Es fácil darse cuenta de esto: basta con darse un paseo por cualquiera de nuestros montes y tratar de preguntarse el por qué tal bosque ocupa tal espacio o por qué existe ese límite tan neto en esa formación, o qué pinta aquí este olivo a 2000 metros de altitud … Las respuestas casi siempre tienen que ver con que algún humano estuvo allí hace un tiempo e hizo algo.
Pero no basta con las percepciones subjetivas para cuantificar el peso del pasado en los procesos ecológicos. Debemos de diseñar metodologías para identificar qué partes del pasado afectan y cómo a qué partes del presente. Suena ambiguo porque es ambiguo y resbaladizo. No es fácil establecer relaciones entre cosas que ocurrieron hace décadas y procesos ecológicos actuales. Además, normalmente la información del pasado de la que disponemos es parcial y muy puntual (es una foto).
A pesar de estas dificultades, hemos avanzado considerablemente en los últimos años. Con un poco de suerte en breve publicaremos un trabajo sobre el efecto que tienen los cambios de uso del suelo en 1956 en la regeneración de encinas debajo de los pinares de repoblación de Sierra Nevada. Hemos visto que cuanto más intenso era el uso en 1956 menos regeneración de encina se observa en la actualidad. Interesante… Para realizar este estudio hemos utilizado las fotografías aéreas de 1956 y un inventario forestal realizado en 2005. Pero necesitamos más información sobre el pasado:
Gracias a la Fundación Biodiversidad dedicaremos todo un año (mayo 2013 – mayo 2014) a recopilar información histórica sobre una serie de montes de Sierra Nevada. En primer lugar bucearemos en mapas de usos antiguos, catastro y otras fuentes documentales para aprender cómo era la cubierta vegetal de Sierra Nevada en la historia reciente. Pero conocer el aspecto del paisaje es solo una parte de esta historia. También es fundamental conocer cómo se usa ese paisaje. Para ello recopilaremos información sobre aprovechamientos históricos en nuestros montes: bellotas, madera, setas, miel, etc. Por último haremos un esfuerzo para intentar conocer más cosas sobre cómo era el clima de Sierra Nevada en el pasado. Recopilaremos series climáticas de colegios, ayuntamientos y otras fuentes difusas.
En definitiva, un proyecto ilusionante en el contexto del Observatorio de seguimiento del cambio global de Sierra Nevada, auspiciado por la Fundación Biodiversidad (vía red de seguimiento de Parques Nacionales, financiado por Ferrovial). De hecho, este proyecto es la Fase III de los que nos financia la Fundación. Empezaron instalando la red de estaciones multiparamétricas de Sierra Nevada (Fase 0), contribuyeron al diseño de la red de Estaciones de Monitoreo Intensivo (Fase I) y también financiaron la instalación de redes sensoriales en una de estas estaciones (Fase II)
Autores: F. J. Bonet
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