Uno de los objetivos del seguimiento de las poblaciones de trucha común en el Espacio Natural de Sierra Nevada es identificar y cuantificar la influencia de los cambios ambientales sobre la estructura poblacional, densidad y biomasa, entre otros factores.
Para este fin, desde el año 2005 se están estudiando 7 ríos de Sierra Nevada (Genil, Alcázar, Monachil, Dílar, Trevélez, Poqueira y Andarax) utilizando el método de capturas sucesivas con extracción mediante pesca eléctrica. Adicionalmente en el Programa de Recuperación de las poblaciones de Trucha común  (Salmo trutta) en Andalucía, se estudian todos los ríos con presencia de dicho salmónido en Sierra Nevada.
Los resultados preliminares obtenidos en base a muestreos realizados desde el año 2003, indican una posible relación entre la densidad de trucha común en el Espacio Natural y las precipitaciones acumuladas. Por un lado, tras un periodo con precipitaciones acumuladas bajas, se producen descensos en la densidad de las poblaciones de trucha estudiadas, pero no de manera inmediata, sino trascurrido un tiempo desde el inicio del periodo de sequía. La segunda forma en la que la densidad de trucha común se ve afectada, es después de un periodo de altas precipitaciones acumuladas, en el que han ocurrido varios episodios de lluvias torrenciales (como las acaecidas en otoño de 2009 y principios de 2010). En dichos periodos, debido a la repentina modificación del hábitat que producen, hay una relación directa sobre las poblaciones de trucha común en el año en que ocurren, disminuyendo su densidad.
Los resultados de densidad y biomasa de trucha común obtenidos durante el periodo de estudio muestran que en la mayoría de estaciones de censo hay una tendencia descendente hasta el año 2008. A partir de 2009, por lo general los valores de densidad y biomasa  se van incrementado, con la excepción de 2010, donde las lluvias torrenciales acaecidas ese año modificaron sustancialmente los hábitats de trucha común, lo cual se vio reflejado en los valores de estos parámetros.
Los incrementos en los valores de densidad de los años 2011 y 2012 se deben principalmente al gran número de alevines muestreados en las estaciones de censo, y en muchas ocasiones, son los mayores reclutamientos detectados durante todo el periodo de muestreo. Las variaciones de densidad se han comparado con los diferentes valores de precipitación anual (para los que se han utilizado datos de años hidrometereológicos), detectando que existen correlaciones entre las densidades de trucha común y los cambios que producen periodos de sequía y altas precipitaciones, los cuales modifican de manera significativa los efectivos poblacionales.
Tras los periodos de lluvias torrenciales (acaecidos en 2010) la recuperación de las poblaciones de trucha común se ha producido en el año siguiente a dichos periodos de fuertes precipitaciones.  La recuperación de las poblaciones tras los fenómenos de lluvias torrenciales (que producen descensos bruscos en las comunidades muestreadas) se produce de manera casi inmediata. Esto probablemente sea debido a la adaptación de las poblaciones de trucha común a estos fenómenos relativamente frecuentes en el E.N. Sierra Nevada.
La relación detectada entre el régimen pluviométrico anual  y las variaciones en densidad de las poblaciones de trucha común parece indicar que esta especie es muy sensible a las variaciones ambientales, tal como demuestran la influencia de las sequias y lluvias torrenciales en el número de ejemplares detectados en los muestreos.
Respecto a las clases de edad capturadas durante los muestreos, la tendencia general es que las poblaciones presenten un bajo número de ejemplares adultos, siendo inexistentes las capturas de estos en gran cantidad de muestreos.
Sin embargo, pese a detectarse en las campañas de 2011 y 2012 gran número de alevines y juveniles, en buena parte de las estaciones de muestreo el número de ejemplares adultos ha sido bajo durante todo el periodo de muestreo, siendo la estructura de edades fuertemente desequilibrada, con alta predominancia de las clases 0+ y 1+. La escasa disponibilidad de refugio de adultos durante determinadas épocas del año parecen constituir la parte más importante de este factor limitante, sin embargo otros factores como las desecaciones debidas a acciones del hombre y depredación estén mediando de manera importante en la escasa presencia de adultos.
Así pues, las variaciones en densidad de trucha común guardan gran relación con los efectos ambientales producidos por el cambio global, y  procesos exógenos denso-independientes (como el clima), que actúan de forma impredecible, determinando la abundancia. A su vez las variaciones ambientales pueden tener notables efectos sobre la supervivencia, pudiendo ocultar los procesos densodependientes subyacentes.
En base a todo ello, se hace necesario cuantificar el peso específico de estas variables en una posible regresión futura de la especie con objeto de gestionar adecuadamente las mismas. Asimismo es necesario minimizar todo el resto de presiones detectadas sobre la especie, en consonancia con las medidas ya implementadas, como la obligatoriedad de la pesca sin muerte en Andalucía.

Autores: Miguel Galiana García


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